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jueves, 15 de septiembre de 2011

DIVULGANDO SINSABORES

El mundo…la vida…son como un tango en el que nunca encuentras el compás de los pies, y una vez que has mellado tu tacón un día te das cuenta de que siempre anduviste con los cordones atados tan solo a la feria del reloj.

Una feria arraigada al tiempo que cuenta de los entresijos de las vidas de aquella gente con la que podemos llegar a barajar un par de palabras en cualquier encuentro, con alguien que surcaremos una esquina durante un segundo pero de quien aun puedes recordar sus ojos de un azul inigualable en el cielo, o incluso con quien compartimos aunque sea por unos segundos aquel tullido y lúgubre paso de cebra demacrado por la rutina en el suelo. Feria en la que no te venden algodón de azúcar sino suela de tocino, y ahí aguante usted con sus reproches, sino le gusta tráguelo ya tendrá necesidad en el futuro de escupir con el canguelo de cuando abra los ojos y vea que su alma no prescribe como sentirse libre.

Mientras todo esto desmiembra nuestras vidas intentamos abrochamos el cinturón a cada oportunidad para que nos saque de este sendero circular en el que muchas veces nos perdemos en sus recovecos, convertido en un sinsentido que nos ahoga y a la vez nos hace tan vulnerables, pero el cinturón no hace mas que ajustarnos aun mas al reflejo del espejo de una sociedad que nos oprime y nos lanza directamente al consumismo, donde aquel par de zapatos de tacón andan cojeando y esperan en un rincón que tu por lastima los comprendas y pares a escuchar.

Un día los miraras, casi de reojo, ya inservibles, y por fin te das cuenta de que aquellos cordones que te vendieron no eran necesarios para tal zapatos, ni siquiera debían de atarse, simplemente venían ahí sujetos, sin alma, como esperando que tu también te dieras cuenta de que debías cambiar, quitar el nudo a tu vida, en cambio a ti simplemente te parecieron que los hacían especiales, pero hay tanto dentro de las personas que las hacen especiales que porque habrían de fijarse en aquel par, aunque fueras tu quien los hiciera caminar sin tu sonrisa no serian por un instante felices las personas que pasan a tu lado y se te paran al mirar.

2 comentarios:

  1. HAS VUELTO HAS VUELTO HAS VUELTO HAAS VUELTO :D, vale, ya está:$ Bueno, pues ahora no tengo tiempo para leer, pero me pasaré, prometido. Esta es mi absurda e incomprensible motivación. En fin, bienvenido a lo que nunca debiste dejar

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  2. Lo he echado demasiado de menos, y he leido esto, tal vez, demasiadas veces.
    Da igual, se sigue moviendo algo dentro de mí, el alma dando brincos jajaja
    Es genial, eres genial. Estaré esperando la próxima entrada

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