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domingo, 15 de abril de 2012

Existen momentos que pueden llegar a ser eternos aunque el tiempo no lo sea...

En noches como esta me desvelo,
miro al cielo, desespero,
¿donde estabas? 
Te eche de menos...

Tantas madrugadas salí a buscarte entre desmesuradas borracheras,
cuando hasta las copas parecen mirarte ya con cara de pena,
noches en que tus amigos dicen: anda toma el aire, sal afuera!!
y acabe pensando en escribirte algún mensaje vomitando en cualquier acera.

Me dijeron que de tu cuna no salías sino preveías 
que el sol en sus bailes no te clarearía en el horizonte al llegar el día,
aun así tus rutinas no eran sanas,
poniéndote los siete días de la semana.

Y ahora vuelves brillante y serena,
a mirarme a la cara, 
tras estos treinta días sin saber nada de ti
¿pretendes darme pena?

Yo no quisiera esperar un mañana,
pero sabes que estas horas soy prisionero en mi cama.
Si tú no me olvidas hoy,
sabes que yo te querré siempre que a ti te dé la gana.