Lo que ayer fue mi boca con sus dientes fuertes,
machacando las palabras de amores sin sentido,
comulgando con ruedas de molino,
para el desayuno a la mañana si te has ido,
ya no es mas que el silo donde un día previmos amasar el pan
y hoy solo se conserva tenaz y a su vez podrido el trigo.